jueves, 6 de diciembre de 2012

Exoneraciones: Un sinónimo de atraso


Debo dar gracias a Dios por los maestros que me tocó tener durante mi educación inicial, intermedia y hasta la universitaria; de ellos recibí la debida instrucción para aprender a pensar, analizar y reflexionar.  Sus enseñanzas iban dirigidas al estudio de las materias propias de cada curso, pero con el ejercicio de esos mandatos aprendí a hacerlo de forma natural ante todas las cosas que me rodean.

Esta mañana leí en la prensa la noticia de que limitarían el valor de los vehículos exonerados a legísladores hasta los US$70,000.00; hasta me emocioné.  Recientemente por vía de un amigo (creo que puedo llamarle así) envié algunas sugerencias -humildes por demás- al Señor Presidente de la República.  Dentro de ellas estaba esa: limitar/controlar las exoneraciones otorgadas a los legisladores y las iglesias.

Pero gracias a lo aprendido desde mi niñez, pude reparar a tiempo y darme cuenta de que yo mismo estaba equivocado en el planteamiento.  Aquí no hace falta que se reduzca el valor de las exoneraciones otorgadas, NO, lo que hace falta es que SEAN ELIMINADAS TOTALMENTE.

Si una de las principales responsabilidades de un estado es incentivar la creación de riquezas, administrarlas y distribuirlas de forma equitativa, las exoneraciones son símbolo de todo lo contrario a ese principio.

Los Legisladores, el Estado y sus instituciones, las Iglesias, etc, deben ser parte del motor del desarrollo y dinamismo de las economías del país.  Y lo digo en plural pues no existe una sola  En la venta de cada vehículo se mueve la economía de escala de un sector importante del país que es la de los importadores concesionarios de marcas, pero también la de los dealers de vehículos usados y a partir de estos la de los autoadornos, mecánicos formales e informales, lavaderos de autos, empresas de seguridad del sector automovilístico, etc.  

A partir de la venta de un vehículo, sin importar el calibre, se desprenden un sin número de actividades que dinamizan la economía en cada una de sus partes, generando empleo y productividad, por tanto creo que se debería incentivar la compra de vehículos localmente, pagando los debidos arbitrios para que el estado no deba sacrificar ingresos; deben generar comisiones a vendedores que cobrarán por el trabajo que realizan y no porque se cabildearon una importación con un "funcionario amigo suyo"; deben mover el área del taller de esos importadores, quienes podrán mantener sus nóminas y no tendrán que despedir a nadie como ha pasado recientemente en algunos concesionarios del país, en fin, una serie de eventos que sin lugar ayuda permitirán mantener niveles de productividad que sostengan el deseo de progreso que este gobierno tanto dice anhelar.

Abrazo!


Limitan Precios de Vehículos Exonerados 

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