Me parece increíble que ante tanta ola de violencia y hechos de horror para la ciudadanía de un país cada vez más inseguro los medios de comunicación y las autoridades responsables de velar por un contenido potable en los mismos permitan la transmisión diaria, con cobertura nacional, de una de las historias más horrendas del pasado reciente de Colombia y de toda latino américa La vida de Pablo Escobar.
No entiendo cómo un medio como Teleantillas, de los del grupo de comunicaciones Corripio, siendo uno de los grupos de mayor compromiso social y cultural, puede darse el lujo de mantener al aire esta telenovela basada en hechos reales de un personaje tan cruel, cínico, psicópata y espeluznante como lo fue Pablo Escobar.
Mi molestia no viene dada propiamente porque la producción otorgue loor al capo, pues realmente está muy apegada a los hechos reales, sino por el contenido de la misma. A mi me parece que fuera de mostrar que el que la hace la paga la telenovela muestra, en la mayoría de sus capítulos, un curso intensivo de criminalidad.
Hechos criminales recientes, como el de los ancianos del Evaristo Morales o el de la joven ingeniero del Piantini, son muy parecidos a los hechos que ocurren en cualesquiera de los capítulos de Pablo Escobar.
Desde mi óptica, simplemente deberían prohibirla.
Abrazo.
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